Muchas veces quedamos atrapados en situaciones de las cuales
nos cuesta salir porque no encontramos la manera o, lo que es peor, porque
creemos que no tenemos los recursos o habilidades para encontrar una solución.
Lo primero que podemos hacer es
reconocer cuál es creencia que tenemos sobre lo que nos pasa: ¿nos sentimos víctima de lo que esta pasando, queriendo tener razón y quejándonos todo el tiempo, o nos sentimos responsables sabiendo que nos haremos cargo?
reconocer cuál es creencia que tenemos sobre lo que nos pasa: ¿nos sentimos víctima de lo que esta pasando, queriendo tener razón y quejándonos todo el tiempo, o nos sentimos responsables sabiendo que nos haremos cargo?
Para ayudar a comprendernos mejor, estando en estado de
víctima pensamos y sentimos lo siguiente:
- Me siento inseguro – Cuando pensamos así, vivimos la situación con miedo, lo que nos lleva a sentir ansiedad y a estresarnos.
- Me siento cansado – Muchas veces dedicamos mucha energía a frustrarnos por lo que salió mal quedándonos sin energía para hacer frente a lo cotidiano.
- No puedo disfrutar de la vida – A veces vivimos en un permanente estado de insatisfacción que proyectamos en la mayoría de las cosas que hacemos y contra las personas que nos rodean.
- La culpa es tuya – Muchas veces nos vemos reprimiendo el enojo por una situación sin hacer nada para salir de ella y lo que más hacemos es quejarnos y echarle la culpa a los demás.
- Me la vas a pagar – Cuando nos sentimos solos y desconfiados, vivimos sospechando de los demás. Creemos que en algún momento nos van a “pegar” y pensamos que debemos estar preparados.
- Yo tengo razón, los demás no – A veces nos sentimos arrogantes y resentidos creyendo que estamos justificados al sentir así porque tenemos la creencia de que la gente es "mala e ingrata".
- Me has decepcionado – A veces culpamos a nuestros seres mas queridos porque siempre queremos algo más de ellos.
- Y la clásica… ¿Por qué yo? – Cuando nos hacemos esta pregunta nos declaramos débiles y vulnerables, creemos que la vida es injusta.
Si es así, espero que puedas darte cuenta y hacer algo
al respecto, porque en realidad, no somos tan débiles e indefensos. Piensa que posiblemente y de
manera inconsciente, estás ocultando una exigencia hacia los demás
provocada por tus frustraciones del pasado.
Y entonces sí te recomiendo mucho trabajo personal para
recuperar tu energía y tu poder.